28 de mayo de 2011

Clara y Francisco



Clara y Francisco 

Director: Fabrizio Costa

Actores: Lando Buzzanca Fabrizio Bucci Luca Biagini Antonella Fattori
Luigi Diberti Ivano Marescotti Gabriele Cirilli Mary Petruolo Ettore Bassi
Géneros: Drama. Acción y Aventuras. Testimonio de vida.
Año del estreno: 2007
Duración: 200 min. (cien en cada una de las dos sesiones)

Argumento
Asís, año 1198. Narra la historia de profunda amistad de dos jóvenes de la región de Umbria que tomaron decisiones radicales y dedicaron sus vidas a Dios y a los demás: por un lado, Francisco, el hijo juguetón del comerciante rico Bernardone. Por el otro, Clara, chica muy tímida y con miedo de cara al destino de su familia, exiliada de Asís en tiempos de la rebelión burguesa contra la aristocracia. Francisco es uno de los líderes de la rebelión. Cuando los insurrectos son derrotados Clara lo encuentra. Francisco es encadenado. Será un encuentro que les condicionará profundamente.
Unos 5 años más tarde sus familias quieren que se casen: Bernardone quiere unirse con la aristocracia y la familia de Clara apunta a la riqueza de un comerciante. Este será un nuevo encuentro. Parece ser el principio de una historia de amor pero el destino les preparaba algo muy diferente. Renunciarán a sus vidas acomodadas para hallar su propio destino, uniéndose espiritualmente con el mundo y liberándose de sus posesiones materiales. Una historia apasiónate, enmarcada en una época de conflictos, guerras, injusticias y Cruzadas.

Crítica
CLARA Y FRANCISCO es una maravillosa miniserie de dos episodios, emitida por la RAI italiana, con una media de audiencia de más de 7 millones de espectadores.

Una importante película épica sobre la vida de Santa Clara y San Francisco de Asís, filmada en poblaciones de Italia por la compañía cinematográfica italiana Lux Vide. Es la misma productora que nos ofreció la vida de SAN JUAN BOSCO y de JUAN PABLO II que ya hemos visto.
Esta película es única y sobresaliente entre las que presentan a San Francisco debido a la precisión histórica y la fidelidad al presentar el autentico espíritu de alegría y piedad por el que San Francisco es conocido Y en cuanto a la vida de Santa Clara es tratada a la misma altura que la del Santo.
Los dos santos son protagonizados por dos maravillosos actores (Mary Petruolo y Ettore Bassi) que dan vida y movimiento a la hija de una familia patricia y al hijo de un rico comerciante de la Italia del siglo XII – XIII. 

Francisco renuncia a su herencia para vivir la riqueza del Evangelio, servir a los pobres y marginados. Clara decide en lo más profundo de su corazón seguirle a él, dejando su hogar y su familia para darse a sí misma como la novia de Cristo. Ambos dieron origen a grandes órdenes religiosas Franciscanos, Clarisas, Tercera Orden Franciscana) y juntos inspiraron a muchos para seguir su llamada radical a vivir el Evangelio con radicalidad. Su impacto ha llegado incluso a través de los siglos hasta nosotros, para cambiar el mundo. 

Para comentar:
Escena 1:- Madre: Francisco, ¿qué te pasa?
- Francisco: Madre, mírame. Todos somos leprosos. Escondemos nuestras llagas debajo de reciosas telas y nos mentimos entre nosotros para convencernos de que estamos sanos y somos felices. Pero olvidamos la única razón por la que deberíamos estar felices: Dios nos ama a pesar de las llagas que escondemos. Dios nos ama tanto, madre, que se convirtió en uno de nosotros, dejó que le clavaran en la cruz desnudo y nos mostró todas sus heridas.

Escena 2- Francisco: Pedro Bernardone (su padre) quería que yo fuera un gran Caballero. Pero nuestro Padre en El cielo quiere que yo sea El último de los últimos. Te devuelvo el dinero que te quité. Y renuncio al derecho de llevar tu nombre y de beneficiarme de tus posesiones. Siempre he llamado padre a Bernardone, pero a partir de ahora, mi único padre será nuestro Padre que está en los cielos
Escena 3- Clara a su madre: Esta es mi vida a partir de ahora. Así es como lo quiere Dios.
- Madre: ¿Cómo “Dios lo quiere”? ¿Por qué quieres encerrarte en un convento el resto de tu vida? ¡Dime!
- Clara: Dios les pide a algunos que formen una familia; a otros, que ayuden a los pobres. A mi me ha pedido que haga las dos cosas… ¡Madre!

Escena 4- Clara a Francisco: No tengas miedo. El Señor quiere que yo viva recluida y en silencio. Pero tú, debes llevar su palabra hasta los confines de la tierra.

*Peio (Pedro) Sánchez Rodríguez, miembro de la Comunidad Adsis, es Sacerdote y Profesor de Teología. Dirige el Departamento de Cine del Arzobispado de Barcelona y la Semana de Cine Espiritual, además es Párroco en El Carmel.

-Artículo original publicado en el blog del autor: Cine Espiritual para Todos

Las opiniones de este sector son de la total responsabilidad de sus autores, Infodecom no se identifica necesariamente con las opiniones vertidas en esta sección


Francisco Juglar de Dios


Nacionalidad: Italia
Director: Roberto Rosellini
Produccion: Giuseppe Amato, Rizzoli Film, Cineriz
Guión: Basado en las Florecillas y Vida de fray Junípero
Escenografía: Roberto Rossellini, Federico Fellini, Fr. Felix Morion, Fr. Antonio Lisandrini
Música: Fr. Enrico Buondonno, Renzo Rossellini
Fotografía: Otello Martelli en blanco y negro
Año: 1950
Duración: 75 min.
Género: Drama religioso
Reparto: Aldo Fabrizi, Arabella Lemaitre, Fray Nazario Gerardi, y actores franciscanos, no profesionales


Argumento



"La cinta no es una biografía del Santo, sino once episodios entresacados de las Florecillas, en los que se manifiesta el espíritu de la reforma franciscana. En ella se ilustra un breve periodo de tiempo de la vida de la primera comunidad franciscana, desde el regreso de Francisco de Roma hasta la separación de los discípulos, enviados a predicar la palabra de Dios a todo el mundo; sirven como introducción al relato algunos cuadros que reproducen frescos de los siglos XIII y XIV sobre la vida de Francisco. Estos son los titulares de cada episodio: Rivotorto ocupado por un asno; La nueva casita de fray Junípero; Oración de Francisco y llegada de Juan el Simple; Elogio del hermano fuego; Admirable cena con la hermana Clara; Francisco besa al leproso; Un almuerzo para quince días; Caridad de fray Junípero; Nueva y terrible aventura del ingénuo Junípero; Dónde está la perfecta alegría; Muchos son los caminos del Señor." (cinematografo.it)



Comentarios


Once episodios de la vida de Francisco de Asís (1182-1226) extraídos de Las Florecillas y la vida de fray Junípero, algunos muy bellos por su autenticidad y por la fresca inspiración religiosa, otros algo forzados y de religiosidad demasiado oficial, pero, substancialmente, la adhesión del lenguaje fulminante roselliniano a la interpretación del franciscanismo, centrada en la sencillez, da resultados extraordinarios. Su mayor mérito es haber tratado las Florecillas como si fuesen episodios de "Paisà". (Morandini, 2001)

En coherencia con su manera de hacer cine, Rosellini tampoco utilizó actores profesinoales para su Francesco, con excepción de Aldo Frabrizi, che interpretaba a Nicolaio, el tirano de Viterbo, y Arabella Lemaitre, que interpretaba a Clara. Los demás personajes, empezando por Francisco, interpretado por fray Nazario Gerardi, eran todos religiosos. Y entre ellos estaba también monseñor Antonio Forte, que fue luego obispo de Avellino, y entonces era un joven fraile menor.

Con mons. Forte, hace algún tiempo tuve ocasión de hablar a propósito de esta experiencia suya singular, vivida en el reparto de "Francisco, juglar de Dios". Y lo que más me impactó de las reflexiones del alto prelado fue su referencia a la "franciscanidad" de Rossellini, el cual, más allá de sus convicciones religiosas personales, sentía una profunda admiración por Francisco de Asís, el único hombre al que reconocía una total adhesión al mensaje de amor dejado en herencia por Jesús.

Y en todo el relato cinematográfico se respira de verdad este extraordinario mensaje de fraternidad universal predicado por Francisco y vivido por los "fraticelli" con convicción, coherencia y, a menudo, también con ingenuidad. Todo eso trasluce en los varios episodios de la película, once en total, a través de los cuales la figura de fray Junípero, muchó más que la del seráfico padre, nos revela con convincente sencillez la gran lección del enunciado evangélico y el carácter del carisma franciscano, que es su más fiel realización. El mensaje que el director hace suyo es evidente: hay que redescubrir aquellos sentimientos de solidaridad y de igualdal que el mundo moderno parece haber perdido; y eso tiene que interesar a todos, a cada hombre, a cada criatura..., incluso a la más débil y desafortunada... (Gianni Virgadaula, S. Francesco nel Cinema,5. Rev. Francesco, il volto secolare, n. 6, 2003, p. 33. En italiano).

Tuvieron que pasar sólo unos pocos años, y la historia del cine se apuntaba en sus anales una de las películas más significativas inspiradas en la vida de San Francisco, aquel Francisco, juglar de Dios, que Roberto Rosellini rodó en 1950, en plena temporada del neorrealismo, mezclando la contemporaneidad de una crónica que se resentía aún, en su lenguaje terso y seco, de las heridas y laceraciones de la guerra, con la búsqueda animada por el análisis histórico. Puesto en escena por Federico Fellini y Brunello Rondi, el film de Rosellini se compone de una serie de anécdotas unidas entre sí por el tema de la santidad, entendida como deseo de sinceridad que lleva al anticonformismo, y con ello a la rebelión contra el mundo y a la sospecha de locura por parte de quien no llega a captar la revolución del mensaje franciscano. (Enzo Nata, "S. Francesco Patrono d'Italia", febr. 1999, p. 33).

Película rodada en 1950 por Rossellini y una de sus obras maestras históricas -citada, por otra parte, incluso en las enciclopedias-, Francisco, juglar de Dios es la historia de San Francisco de Asís, vista bajo la óptica del humanismo y del laicismo de Rossellini, que se basa (aún con la ayuda y colaboración de un fraile franciscano) en un análisis "racional" del franciscanismo, que trata de ser fiel a la regla franciscana, a su espíritu y mensaje de amor y de fraternidad universal. A través de los episodios de las Florecillas sale fuera una enseñanza "política" acerca de la importancia y la fuerza del amor: es ejemplar el episodio del encuentro de fray Junípero con el terrible tirano Nicolaio, donde triunfa la sencillez y el amor. Película que vale la pena ver y volver a ver.(Comentario en www.dooyoo.it).

Muchas películas religiosas son negocios turbios, hechos por personas religiosas. Francisco, juglar de Dios es una rara película religiosa. Carece de lecturas literarias y de cualquier otra cita. Está realizada por Rossellini y su título es Francisco, juglar de Dios. Por supuesto que hay un largo camino de aquí hasta el Diario di un prete di campagna.Hermano Sol, hermana Luna, de Zeffirelli, es más famosa: San Francisco hippy. Pero ha sido la mejor. Fue rodada, más o menos, en los mismos lugares, en Italia. Actúan no profesionales (Rosellini fue un neorrealista, por supuesto). Afortunadamente, un grupo de frailes interpreta... a un grupo de frailes que siguen a Francisco. En 75 rápidos minutos, Rossellini representa una serie de episodios: San Francisco encuentra a un leproso, un cocinero aprende por qué las obras, no las palabras, conquistan almas, etc. Hay una musiquilla y la verdad, cosa extraña, no dedica mucho tiempo a San Francisco. Él es un personaje aparte; lo que realmente interesa es la vida diaria y las lecciones de los frailes. Al final, Francisco envía a los frailes fuera, a predicar. Dan vueltas en círculo, caen y, a donde apuntan sus cabezas, ahí es donde van. La religión es un viaje, no una razón urgenta para convertir a otros. Esta cinta, nada insistente y extremadamente generosa, es seguramente una de las mejores películas religiosas jamás realizadas, llena de naturaleza y de gozo (Comentario de la web IMdB. En inglés).

Una película de gran armonía y belleza natural, este corto largometraje del célebre italiano neorrealista Roberto Rossellini es un poema hecho de gestos. Interpretada, con excepción de Aldo Fabrizi, por no profesionales (todos ellos son en la vida real frailes franciscanos), la película capta la pureza de los hermanos y sus deseos de vivir en armonía con la naturaleza. Más que los grandes temas de la película -hombre y naturaleza, Dios y el hombre, paz y desafío, amor y odio, generosidad y ambición-, Rossellini capta sensiblemente los movimientos expresivos de los frailes. Rossellini no nos presenta discursos ni nos pone a oir textos literarios. En vez de eso, vemos las manos y los rostros de esos frailes, su asombro, su paz, su sencillez. Cómo esos frailes son capaces de expresar tanto con sus ojos, así también Rossellini es capaz de transmitir volúmenes con una simple instantánea. (Comentario de tvguide.com/movies).


Hermano Sol Hermana Luna





Nacionalidad: Anglo-Italiana


Director: Franco Zeffirelli
Guión: Suso Cecchi d'Amico - Kennet Ross
Música: Riz Ortolani. Canta Donovan (versión inglesa) y Claudio Baglioni (versión italiana)
Fotografía: Ennio Guarnieri
Año:1972
Género: Drama
Premios:
- Denominación al Óscar(escenografía y decorados)
- Cinta de Plata (Fotografía)
- David de Donatello (1972) (Dirección)
Duración: 121 minutos

Reparto:
Graham Faulkner (Francisco)
Judi Bouker (Clara)
Leigh Lawson (Bernardo)
Kennet Kranham (Paolo)
Lee Montague (Pietro Bern.)
Valentina Cortese (Pica)
Alec Guinness (Inocencio III)
Michael Feast (Silvestro)
Nicholas Willatt (Giocondo)
John Sharp (mons. Guido)
Adolfo Celi (Cónsul)
Francesco Guerrieri (Deodato)
Carlo Pisacane (cura de San Damiano)
Peter Firth

Argumento
Francisco, hijo del comerciante Pedro Bernardone y de Pica es un joven alegre y despreocupado al que le gusta divertirse con sus amigos. Participa en la guerra contra Perusa y regresa enfermo y cambiado. Tras mucho meditarlo, conmovido por la miseria de los obreros de la tintorería de su padre, renuncia a todos sus bienes y se dedica a reparar la iglesia de San Damián, con ayuda de sus primeros seguidores. Uno a uno se le van uniendo los viejos amigos y también la joven Clara. Viven de limosna y sus paisanos los toman por locos. Decidido a defender sus razones va a entrevistarse con el papa Inocencio III y éste, después de escucharlo, se postra a sus pies, como señal de aprobación.

Comentarios
La película más popular, la que ha logrado mayor éxito de público, la que ha sido adoptada por el mundo franciscano como "la biografía cinematográfica" oficial del santo, es "Hermano Sol, hermana Luna", de Zeffirelli; y eso se comprende bien, si tenemos en cuenta el estilo refinado del director, su capacidad de provocar emociones, corroborada también en esta empalagosa, oleográfica y un poco "hippy" hagiografía de San Francisco. Entre otras cosas, como Zeffirelli ha dicho en diversas ocasiones, parte del éxito conseguido por la película se debe a las músicas, que el mismo director buscó durante mucho tiempo, adaptándolas junto con los autores, basándose en cantos y baladas medievales. La película se servía también de un reparto excepcional... Sin embargo, en este logrado mosaico que es "Hermano Sol, hermana Luna", la tesela menos convincente es quizás la interpretación de Fulkner, que traza un Francisco tal vez excesivamente "cogido" por su sueño de perfección evangélica y, por tanto, alejado del mundo real. (Gianni Virgadaula, S. Francesco nel Cinema,4. Rev. Francesco, il volto secolare, n. 5, 2003, p. 33).
El atrevimiento, la astucia, la oportunidad, el amor al espectáculo..., todas las virtudes de Franco Zeffirelli que, modestia aparte, se siente llamado a una misión moralizadora para rescatar las pantallas de la hipoteca de los violentos y los sexómanos y señalar el comienzo de un "renacimiento espiritual" del cine, se dan cita en Hermano Sol, hermana Luna, un homenaje a Francisco de Asís escrito junto con Suso Cecchi d'Amico e Lina Wertmüller, el cual celebra cristianamente la Pascua y logra, a la vez, consensos de quienes están lejos de la Iglesia. Inspirada en la idea de que a Francisco hay que verlo como precursor de aquella franja de jóvenes contestadores que hoy predican la no violencia, el regreso a la naturaleza y a la fraternidad universal, la película de Zeffirelli abarca, efectivamente, una serie de instancias morales (y, en el fondo, políticas), donde se encuentran antiguos impulsos místicos y nuevos cansancios ideológicos, la inocencia de los sencillos, la náusea de los consumistas y la subterránea polémica de los artistas contra cualquiera que, estando en el poder, en el Estado o en la Iglesia, los mantiene alejados de la sala de los botones.
Lo que haya de atendible, historicamente, en el obrar de Francisco, que vivió en tiempos tan diferentes de los nuestros, un contestador de la sociedad basada en el provecho y en los placeres terrenos, y si esto deriva de los sobresaltos de un genérico espiritualismo que propone ejemplos irrepetibles, lo juzgará cada espectador, según sus propias antenas sensibles. Lo cierto es que la película, por su celebración de valores caídos en desuso y sospechosos, además, de habérselos apropiado los grupos de hippies, juzgados poco menos que subversivos, está destinada a fértiles debates. Por ejemplo, en la medida en que, aún siendo un producto de la rica industria del espectáculo, favorece a la campaña ecológica y es un instrumento útil de propaganda. Por otra parte, también merece gran antención por las elegancias figurativas con que Zeffirelli, superviviente de las películas shakespearianas, se inventa una imagen cautivadora de Francisco, lo coloca en un sugestivo marco ambiental y trata de expresar el fatigoso traspaso de los gozos mundanos a los triunfos del alma. Hermano Sol, hermana Luna no es, de hecho, una biografía del Santo, sino más bien un rápido retrato del hijo del rico mercante Bernardone, desde los meses bellacos en que el play-boy se dedicaba a las armas y a los amores, hasta los días en que, poniéndose de parte de los marginados, se rebeló contra el padre y, para conquistar la vida eterna, se marchò a vivir en pobreza... (De la recensión de Giovanni Grazzini: Frantello Sole, sorella Luna, en Il Corriere della Sera, 11 de marzo de 1972).
Tal vez la peor versión cinematográfica de la vida del santo. Zeffirelli, en su estilo, hace una lectura vagamente folk, más atenta a la puesta en escena, insoportablemente estetizante, que a la historia o incluso a la moral del santo. (film.spettacolo.virgilio.it/cinema)
La historia de San Francisco reinterpretada por Franco Zeffirelli quiere ser una especie de alegoría de la contestación juvenil de nuestros años. Francisco recuerda mucho a los hippies de HAIR y es casi obligatorio pensar en JESUCRISTO SUPERSTAR (Dizionario Farinotti)
Artículos para profundizar el tema


Padre Pío de Pietrelcina

Primera Parte

Segunda Parte

Año de producción: 2000
Dirección: Carlo Carlei
Intérpretes: Sergio Castellitto, Gianni Bonagura, Andrea Buscemi, Lorenza Indovina, Pietro Biondi, Jürgen Prochnow.
Guión: Carlo Carlei, Massimo De Rita, Mario Falcone
Música: Paolo Buonvino
Fotografía: Gino Sgreva
Duración: 200 minutos
Público apropiado: Todos
Género: Biográfico

Sinopsis: Francesco Forgione, es un muchacho nacido en el seno de una pobre familia campesina que desde niño ha tenido visiones de la Virgen María, de Jesús y también del Diablo. Todo ello forja en él el deseo de llegar a ser sacerdote. Tras entrar en la orden de los Capuchinos con el nombre de Pío de Pietrelcina, se hace evidente para los miembros del convento que tiene unos poderes para los que no hay explicación científica: sana a enfermos, conoce el nombre y los problemas de desconocidos a quines predice el futuro... Todo ello empieza a movilizar a la gente que acude al Padre Pío en busca de milagros. Cuando en 1918 aparecen estigmas en sus manos y pies, los devotos seguidores se multiplican, provocando en el Vaticano una reacción de acoso y desprestigio, acusándole de embaucador.

A pesar de no permitírsele ejercer como sacerdote, la gente sigue creyendo en sus milagros. Poco antes de su muerte en 1968, la Iglesia reconoce una obra que lo llevará a ser santificado en 2002 por Juan Pablo II, el mismo a quien décadas atrás, cuando sólo era Karol Wojtyla, el Padre Pío le predijo que llegaría a ser Papa.

Biografía:

Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el "Fraile" estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus uerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.

El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di Nunzio ya tenían otros hijos.

Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus coetáneos. Tal "diversidad" fue observada de susparientes y de sus amigos. Mamá Peppa contó - "no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no salió nunca con los compañeros. A veces le dije: "Francì sal un poco a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman". Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fuè uno de los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran absolutamente normales.

Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte. 

En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó muchas almas.

Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre Pío fuè lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo fraile. 

En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre Pío cuenta su "crucifixión": “¿Qué cosa os puedo decir a los que me han preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura!

Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma rutina.

Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho.

La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación....”

Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los "Grupos de ruego", hoy llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un moderno hospital: "Casa Alivio del Sufrimiento." 

En septiembre los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría imaginado que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.

Bernardette




Título: Bernadette 

Intérpretes: Sydney Penny, Roland Lessaffre, Michele Simonnet, Bernard Dheran.

Producción: Cannon Films (US–1989).

Dirección: Jean Delannoy

Género: Biográfico - religioso
Duración 113 min 

Sinopsis: La vida de una niña de 15 años, Bernadette Soubirous, fue bruscamente alterada cuando vio extrañas visiones, las cuales, sin ella saberlo, la marcarían por el resto de su corta existencia. En efecto, su apacible vida en el pueblo de Lourdes, Francia, se vio alterada en el año 1858. Su salud era precaria, por lo que no disfrutaba plenamente su vida. Un día en compañía de amigos, fueron cerca del río y, al quedar ella sola, vio luces brillantes: una dama blanca, rodeada de bellos colores. Al contárselo a su madre, esta la reprendió por contar historias absurdas. No contenta con esta reacción, decidió visitar al Padre Peyramale, quien la escuchó con atención, no así el resto del pueblo. El se reunió otra vez con la niña, quien en esta ocasión le manifestó: Quo soy era Immacula Conceptiou. Sin duda alguna, Bernadette había recibido una ilustrísima visita. Su vida cambió, pues la dedicó a los demás, hasta el momento de su muerte, ahora como la Hermana Marie- Bernard, a la edad de 36 años. Fue santificada el 8 de diciembre de 1933, día de la Inmaculada Concepción.



Biografia:


Santa Bernardita Soubirous (1844-1879).

Nació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleará después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita.

Era la mayor de varios hermanos. Sus padres vivían en un sótano húmedo y miserable, y el papá tenía por oficio botar la basura del hospital. La niña tuvo siempre muy débil salud a causa de la falta de alimentación suficiente, y del estado lamentablemente pobre de la habitación donde moraba. En los primeros años sufrió la enfermedad de cólera que la dejó sumamente debilitada. A causa también del clima terriblemente frío en invierno, en aquella región, Bernardita adquirió desde los diez años la enfermedad del asma, que al comprimir los bronquios produce continuos ahogos y falta de respiración.

Esta enfermedad la acompañará y la atormentará toda su vida. Al final de su existencia sufrirá también de tuberculosis. En ella se cumplieron aquellas palabras de Jesús: "Mi Padre, el árbol que más quiere, más lo poda (con sufrimientos) para que produzca más frutos" (Jn. 15).

En Bernardita se cumplió aquello que dijo San Pablo: "Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo". Bernardita a los 14 años no sabía leer ni escribir ni había hecho la Primera Comunión porque no había logrado aprenderse el catecismo. Pero tenía unas grandes cualidades: rezaba mucho a la Virgen y jamás decía una mentira. Un día ve unas ovejas con una mancha verde sobre la lana y pregunta al papá: ¿Por qué tienen esa mancha verde? El papá queriendo chancearse, le responde: "Es que se indigestaron por comer demasiado pasto". La muchachita se pone a llorar y exclama: "Pobres ovejas, se van a reventar". Y entonces el señor Soubirous le dice que era una mentirilla. Una compañera le dice: "Es necesario ser muy tonta para creer que eso que le dijo su padre era verdad". Y Bernardita le responde: ¡Es que como yo jamás he dicho una mentira, me imaginé que los demás tampoco las decían nunca!

Desde el 11 de febrero de 1859 hasta el 16 de julio del mismo año, la Sma. Virgen se le aparece 18 veces a Bernardita. Las apariciones las podemos leer en detalle en el día 11 de febrero. Nuestra Señora le dijo: "No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra". Y así sucedió . La vida de la jovencita, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades, penalidades y humillaciones, pero con todo esto fue adquiriendo un grado de santidad tan grande que se ganó enorme premio para el cielo.

Las gentes le llevaban dinero, después de que supieron que la Virgen Santísima se le había aparecido, pero ella jamás quiso recibir nada. Nuestra Señora le había contado tres secretos, que ella jamás quiso contar a nadie. Probablemente uno de estos secretos era que no debería recibir dineros ni regalos de nadie y el otro, que no hiciera nunca nada que atrajera hacia ella las miradas. Por eso se conservó siempre muy pobre y apartada de toda exhibición. Ella no era hermosa, pero después de las apariciones, sus ojos tenían un brillo que admiraba a todos.

Le costaba mucho salir a recibir visitas porque todos le preguntaban siempre lo mismo y hasta algunos declaraban que no creían en lo que ella había visto. Cuando la mamá la llamaba a atender alguna visita, ella se estremecía y a veces se echaba a llorar. "Vaya ", le decía la señora, ¡tenga valor! Y la jovencita se secaba las lágrimas y salía a atender a los visitantes demostrando alegría y mucha paciencia, como si aquello no le costara ningún sacrificio.

Para burlarse de ella porque la Virgen le había dicho que masticara unas hierbas amargas, como sacrificio, el sr. alcalde le dijo: ¿Es que la confundieron con una ternera? Y la niña le respondió: ¿Señor alcalde, a usted si le sirven lechugas en el almuerzo? "Claro que sí" ¿Y es que lo confunden con un ternero? Todos rieron y se dieron cuenta de que era humilde pero no era tonta.

Bernardita pidió ser admitida en la Comunidad de Hijas de la Caridad de Nevers. Demoraron en admitirla porque su salud era muy débil. Pero al fin la admitieron. A los 4 meses de estar en la comunidad estuvo a punto de morir por un ataque de asma, y le recibieron sus votos religiosos, pero enseguida curó.

En la comunidad hizo de enfermera y de sacristana, y después por nueve años estuvo sufriendo una muy dolorosa enfermedad. Cuando le llegaban los más terribles ataques exclamaba: "Lo que le pido a Nuestro Señor no es que me conceda la salud, sino que me conceda valor y fortaleza para soportar con paciencia mi enfermedad. Para cumplir lo que recomendó la Sma. Virgen, ofrezco mis sufrimientos como penitencia por la conversión de los pecadores".

Uno de los medios que Dios tiene para que las personas santas lleguen a un altísimo grado de perfección, consiste en permitir que les llegue la incomprensión, y muchas veces de parte de personas que están en altos puestos y que al hacerles la persecución piensan que con esto están haciendo una obra buena.

Bernardita tuvo por superiora durante los primeros años de religiosa a una mujer que le tenía una antipatía total y casi todo lo que ella hacía lo juzgaba negativamente. Así, por ejemplo, a causa de un fuerte y continuo dolor que la joven sufría en una rodilla, tenía que cojear un poco. Pues bien, la superiora decía que Bernardita cojeaba para que la gente al ver las religiosas pudiera distinguir desde lejos cuál era la que había visto a la Virgen. Y así en un sinnúmero de detalles desagradables la hacía sufrir. Y ella jamás se quejaba ni se disgustaba por todo esto. Recordaba muy bien la noticia que le había dado la Madre de Dios: "No te haré feliz en esta vida, pero sí en la otra".

Duró quince años de religiosa. Los primeros 6 años estuvo trabajando, pero fue tratada con mucha indiferencia por las superioras. Después los otros 9 años padeció noche y día de dos terribles enfermedades: el asma y la tuberculosis. Cuando llegaba el invierno, con un frío de varios grados bajo cero, se ahogaba continuamente y su vida era un continuo sufrir.

Deseaba mucho volver a Lourdes, pero desde el día en que fue a visitar la Gruta por última vez para irse de religiosa, jamás volvió por allí. Ella repetía: "Ah quién pudiera ir hasta allá, sin ser vista. Cuando se ha visto una vez a la Sma. Virgen, se estaría dispuesto a cualquier sacrificio con tal de volverla a ver. Tan bella es".

Al llegar a la Comunidad reunieron a las religiosas y le pidieron que les contara cómo habían sido las apariciones de la Virgen. Luego le prohibieron volver a hablar de esto, y en los 15 años de religiosa ya no se le permitió tratar este tema. Son sacrificios que a los santos les preparan altísimo puesto en el cielo.

Cuando ya le faltaba poco para morir, llegó un obispo a visitarla y le dijo que iba camino de Roma, que le escribiera una carta al Santo Padre para que le enviara una bendición, y que él la llevaría personalmente. Bernardita, con mano temblorosa, escribe: "Santo Padre, qué atrevimiento, que yo una pobre hermanita le escriba al Sumo Pontífice. Pero el Sr. Obispo me ha mandado que lo haga. Le pido una bendición especial para esta pobre enferma". A vuelta del viaje el Sr. Obispo le trajo una bendición especialísima del Papa y un crucifijo de plata que le enviaba de regalo el Santo Padre.

El 16 de abril de 1879, exclamó emocionada: "Yo vi la Virgen. Sí, la vi, la vi ¡Que hermosa era!" Y después de unos momentos de silencio exclamó emocionada: "Ruega Señora por esta pobre pecadora", y apretando el crucifijo sobre su corazón se quedó muerta. Tenía apenas 35 años.

A los funerales de Bernardita asistió una muchedumbre inmensa. Y ella empezó a conseguir milagros de Dios en favor de los que le pedían su ayuda. Y el 8 de diciembre de 1933, el Santo Padre Pío Once la declaró santa.

Bernardita: tú que tuviste la dicha de ver a la Sma. Virgen aquí en la tierra, haz que nosotros tengamos la dicha de verla y acompañarla para siempre en el cielo.




VIDEO DEL CUERPO INCORRUPTO DE SANTA BERNARDITA SOUBIROUS, LA VIDENTE DE LOURDES





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Cine. Vidas de Santos

Santa Teresita del Niño Jesús




Nombre de la película: Thérèse

Productor: Brian Shields ( Luke films and Saint Luke Productions )

Director: Leonardo Defilippis

Reparto: 
Teresa: Lindsay Yonce 
Luis Martin: Leonardo Deffilipis 
Paulina Martin: Linda Hayden 
CelineaMartin: Jen Nikolaisen 
Leonia Martin: Mandy Rimer 
María Martin: Maggie Rose Fleck 
Henri Manzini: Brian Shields 
Madre María de Gonzaga: Judith Kaplan 
Hermana Augusta: Samantha Kramer 

El estreno de la película THÈRÈSE fue un éxito. Fue exhibida en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. Para quien no conoce a Santa Teresita, ella y su mensaje no tienen mérito, ya que ella nunca realizó grandes milagros, o sufrió grandes actos de martirio como los antiguos cristianos, especialmente si se es juzgada bajo los estándares y reglas de esta sociedad. Sin embargo, irónicamente, es lo “sencillo, lo normal y común" de su vida lo que hace que su mensaje sea para cualquier persona.

Deseando incorporar la sencillez de Santa Teresita del Niño Jesús, el director Leonardo Defilippis escogió representar esta película con simple honestidad, contrario a las grandes técnicas y glamour que la industria cinematográfica utiliza en nuestros días. Haciendo esto, THÉRÈSE reta a los espectadores a “rendirse a la espiritualidad de la película misma y adentrarse al místico interior de la misma, que a su vez se estará adentrando en el misterio místico de la misma Santa Teresita del Niño Jesús.

Entre otros, estos son los pasajes que aparecerán en la película:
1. Historia de mi alma
2. La muerte de Mamá
3. Un lugar lejano y desierto
4. La misericordia de un padre 
5. He perdido a Pauline 
6. Cura Milagrosa 
7. Thérèse Visita a Pauline 
8. Marie & Leonie se van 
9. Conversión de Navidad 
10. Ejecución de Pranzini 
11. La Florecita 
12. Obispo y Papa 
13. Adiós Papá 
14. Cántico de Amor de Thérèse 
15. Thérèse conoce a la Hna Augustine 
16. El Caminito 
17. "En el Cielo" 
18. Mi Vocación es el Amor 
19. Enfermedad de Thérèse 
20. Prueba de Fé 
21. La última Visita de Celine 
22. Últimas Conversaciones 
23. Agonía Final 
24. Mi misión ha comenzado 
25. Lluvia de rosas 

BIOGRAFÍA

TERESA MARTIN nació en Alençon, Francia, el 2 de enero de 1873. Dos días más tarde fue bautizada. en la Iglesia de Nôtre-Dame, recibiendo los nombres de María Francisca Teresa. Sus padres fueron Luis Martin y Celia Guérin, ambos venerables en la actualidad. Tras la muerte de su madre, el 28 de agosto de 1877, Teresa se trasladó con toda la familia a Lisieux.
A finales de 1879 recibió por vez primera el sacramento de la Penitencia. El día de Pentecostés de 1883, recibió la gracia especial de ser curada de una grave enfermedad por la intercesión de Nuestra Señora de las Victorias (la Virgen de la Sonrisa). Educada por las Benedictinas de Lisieux, recibió la primera comunión el 8 de mayo de 1884, después de una intensa preparación, culminada con una fuerte experiencia de la gracia de la íntima comunión con Cristo. Algunas semanas más tarde, el 14 de junio del mismo año, recibió la Confirmación, con plena conciencia de acoger el don del Espíritu Santo mediante una participación personal en la gracia de Pentecostés.
Su deseo era abrazar la vida contemplativa, al igual que sus hermanas Paulina y María, en el Carmelo de Lisieux, pero su temprana edad se lo impedía. Durante un viaje a Italia, después de haber visitado la Santa Casa de Loreto y los lugares de la Ciudad Eterna, el 20 de noviembre de 1887, en la audiencia concedida por el Papa León XIII a los peregrinos de la diócesis de Lisieux, pidió al Papa con filial audacia autorización para poder entrar en el Carmelo con 15 años.
Familia Martin Guerin
El 9 de abril de 1888 ingresó en el Carmelo de Lisieux. Tomó el hábito el 10 de enero del año siguiente e hizo su profesión religiosa el 8 de septiembre de 1890, fiesta de la Natividad de la Virgen María.
En el Carmelo comenzó el camino de perfección trazado por la Madre Fundadora, Teresa de Jesús, con auténtico fervor y fidelidad, y cumpliendo los diferentes oficios que le fueron confiados (fue también maestra de novicias). Iluminada por la Palabra de Dios, y probada especialmente por la enfermedad de su queridísimo padre, Luis Martin, que falleció el 29 de julio de 1894, emprendió el camino hacia la santidad, inspirada en la lectura del Evangelio y poniendo el amor al centro de todo. Teresa nos ha dejado en sus manuscritos autobiográficos no sólo los recuerdos de la infancia y de la adolescencia, sino también el retrato de su alma y la descripción de sus experiencias más íntimas. Descubre y comunica a las novicias confiadas a sus cuidados; el camino de la infancia espiritual; recibe como don especial el encargo do acompañar con la oración y el sacrificio a dos hermanos misioneros (el Padre Roulland, misionero en China y el Padre Belliére). Penetra cada vez más en el misterio de la Iglesia y siente crecer su vocación apostólica y misionera para arrastrar consigo a los demás, movida por el amor de Cristo, su Único Esposo.
El 9 de junio de 1895, en la fiesta de la Santísima Trinidad, se ofreció como victima inmolada al Amor misericordioso de Dios. Por entonces escribe el primer manuscrito autobiográfico, que entregó a la Madre Inés el día de su onomástica, el 21 de enero de 1896.
Algunos meses más tarde, el 3 de abril, durante la noche del jueves al viernes santo, sufrió una hemotisis, primera manifestación de la enfermedad que la llevaría a la muerte, y que ella acogió como una misteriosa visita del Esposo divino. Entró entonces en una prueba de fe que duraría hasta el final de su vida, y de la que ofrece un emotivo testimonio en sus escritos. Durante el mes de septiembre concluye el manuscrito B, que ilustra de manera impresionante el grado de santidad al que había llegado, especialmente por el descubrimiento de su vocación en el corazón de la Iglesia.
Mientras empeora su salud y continúa el tiempo de prueba, en el mes de junio comienza el manuscrito C, dedicado a la Madre María de Gonzaga; entretanto, nuevas gracias la llevan a madurar plenamente en la perfección y descubre nuevas luces para la difusión de su mensaje en la Iglesia, en bien de las almas que seguirán su camino. El 8 de julio es llevada a la enfermería, donde otras religiosas recogen sus palabras, a la vez que se le tornan más intensos los dolores y las pruebas, que soporta con paciencia hasta su muerte, acaecida en la tarde del 30 de septiembre de 1897, a las 19:20 h. "Yo no muero, entro en la vida" había escrito a su hermano espiritual misionero, P. Mauricio Belliére. Sus últimas palabras, "Dios mío, te amo", sellan una vida que se extinguió en la tierra a los 24 años, para entrar, según su deseo, en una nueva fase de presencia apostólica en favor de las almas, en la comunión de los Santos, para derramar una "lluvia de rosas" sobre el mundo (lluvia de favores y beneficios, especialmente para amar más a Dios).
Fue canonizada por Pío XI el 17 de mayo de 1925, y el mismo Papa, el 14 de diciembre de 1927, la proclamó Patrona Universal de las Misiones, junto con San Francisco Javier.
Su doctrina y su ejemplo de santidad han sido recibidos con gran entusiasmo por todas las categorías de fieles de este siglo, y también más allá de la Iglesia Católica y del Cristianismo.
Con ocasión del Centenario de su muerte, el Papa Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia por la solidez de su sabiduría espiritual, inspirada en el Evangelio, por la originalidad de sus intuiciones teológicas, en las cuales resplandece su eminente doctrina, y por la acogida en todo el mundo de su mensaje espiritual, difundido a través de la traducción de sus obras en una cincuentena de lenguas diversas. La ceremonia del nombramiento tuvo lugar el 19 de octubre de 1.997, precisamente en el domingo en el que se celebra la Jornada Mundial de las Misiones.


Maria Goretti


Año: 2003

Género: Drama biográfico

Director: Giulio Base

Guión: Francesco Contaldo 
Reparto: Martina Pinto (Maria Goretti), Massimo Bonetti (Luigi Goretti), Luisa Ranieri (Assunta Goretti), Flavio Insinna (Padre Basilio), Fabrizio Bucci (Alessandro Serenelli), Marco Messeri (Don Temistocle), Claudia Koll (Contessa Mazzoleni)
Música: Ennio Morricone.

Sinopsis: Narra la historia de María Goretti, que murió martir a manos de un joven que quería violarla y al no conseguirlo, le asestó 14 puñaladas. 


Biografía: 
Virgen y mártir. Año 1902. Santa María Goretti nació en Corinaldo, Italia el 16 de octubre de 1890 hija de Luis Goretti y Assunta Carlini, ambos campesinos. María fue la segunda de seis hijo.
Vivió en el seno de una familia humilde y perdió a su padre a los diez años por causa del paludismo. Como consecuencia de la muerte de su padre, la madre de María Goretti tuvo que trabajar dejando la casa y los hermanos menores a cargo de ésta quien realizaba sus obligaciones con alegría y cada semana asistía a clases de catecismo.
A los once años hizo su primera comunión haciéndose, desde entonces, el firme propósito de morir antes que cometer un pecado. En la misma finca donde vivía María trabajaba Alejandro Serenelli, quien se enamoró de María que en ese entonces contaba con doce años. Serenelli, a causa de lecturas impuras, se dedicó a buscar a María haciéndole propuestas que la santa rechazaba haciendo que Serenelli se sintiera despreciado.
El 5 de julio de 1902 Serenelli fue en busca de María quien estaba sola en su casa y al encontrarla la invitó a ir a una recámara de la casa a lo que María se negó por lo que aquél se vio obligado a forzarla. María se negaba advirtiéndole a Serenelli que lo que pretendía era pecado y que no accedería a sus pretensiones por lo que éste la atacó con un cuchillo clavándoselo catorce veces. María no murió inmediatamente, fue trasladada a la hospital de San Juan de Dios donde los médicos la operaron sin anestesia porque no había y durante dos horas la santa soportó el sufrimiento ofreciéndo a Dios sus dolores.
Antes de morir, un día después del ataque, María alcanzó a recibir la comunión y la unción de los enfermos e hizo público su perdón a Serenelli. El asesino fue condenado a 30 años de prisión donde al principio no daba muestras de arrepentimiento. La tradición cuenta que después de un sueño donde María le dijo que él también podía ir al cielo, Serenelli cambió completamente volviéndose hacia Dios y ofreciendo sus trabajos y sufrimientos en reparación de sus pecados.
Después de 27 años de cárcel fue liberado y acudió a pedir perdón a la madre de la santa, quien no solo lo perdonó sino que lo defendió en público alegando que si Dios y su hija lo habían perdonado, ella no tenía porque no perdonarlo. La fama de María Goretti se extendía cada vez más y fueron apareciendo las muestras de santidad, que fue fruto de su cercanía a Dios y su devoción a laVirgen María. Después de numerosos estudios, la Santa Sede la canonizó el 24 de junio de 1950 en una ceremonia que se tuvo que realizar en la Plaza de San Pedro debido a la cantidad de asistentes que se calculaban en más de quinientas mil personas.
En la ceremonia de canonización acompañaron a Pío XII la madre, dos hermanas y un hermano de María. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa y sus estudiosos afirman que por la vida que llevó aún cuando no hubiera sido mártir habría merecido ser declarada santa.

Santa Rita de Casia

Primera Parte


Segunda Parte


Título: SANTA RITA DE CASIA

Título Original: RITA DA CASCIA

Año de producción: 2004

País: Italia

Duración: 208 min.
Distribuída por: Divisa Home Video
Director: Giorgio Capitani
Actores: Martin Crewes, Vittoria Belvedere, Simone Ascani, Enzo Marino Bellanich, Massimiliano
Benvenuto, Giorgia Bongianni, Manolo Capissi Stanislao Capissi 
Producida por: Luca Bernabei, Federico Demontis, Anselmo Parrinello, Anna Stoppoloni
Escrita por: Elisabetta Lodoli, Maura Nuccetelli
Fotografía: Fabrizio Lucci

Sinopsis: Margarita, la hija de un matrimonio ya maduro de la Perugia italiana, conoce a Palo Manzini, con quien contrae matrimonio siendo todavía muy joven. Paolo es un violento pendenciero por quien Margarita siente un amor tan profundo que es capaz de cambiar el carácter de su marido y que se olvide de peleas y rencillas a los habitantes de la región. Sus dos hijos gemelos son recibidos como una bendición de Dios a un matrimonio que empieza a vivir feliz. Pero los enemigos de Paolo no olvidan y un día lo asesinan a las afueras del pueblo.

Rita, consciente de que sus propios hijos vengarán la muerte de Polo, tarde o temprano, pide a Dios que ambos encuentren la muerte antes de convertirse en asesinos. Su plegaria se cumple y los gemelos mueren de una extraña enfermedad poco después. Rita quería desde niña ser religiosa de clausura. Ahora que ya no tiene familia, decide ingresar en un convento, pero encuentra muchos obstáculos por ser viuda. Con la ayuda de Dios, consigue ser religiosa y llega a ser Santa. 


Biografía

Por siglos Santa Rita de Casia (1381-1457) ha sido una de las Santas más populares en la Iglesia. Ella es conocida como la ” Santa de lo Imposible ” por sus impresionantes respuestas a las oraciones, como también por los notables sucesos de su propia vida.

Santa Rita quería ser monja, pero por obedecer a sus padres, se casó. Su esposo le causo muchos sufrimientos, pero ella devolvió su crueldad con oración y bondad. Con el tiempo él se convirtió, llegando a ser considerado y temeroso de Dios. Pero Santa Rita tuvo que soportar un gran dolor cuando su esposo fue asesinado.

Santa Rita descubrió después que sus dos hijos estaban pensando en vengar el asesinato del padre. Ella temía que pusieran sus deseos en efecto de acuerdo con la maliciosa costumbre de la Venganza. Con un amor heroico por sus almas, ella le suplicó a Dios que se los llevara de esta vida antes de permitirlos cometer este gran pecado. No mucho tiempo más tarde ambos murieron después de prepararse para encontrarse con Dios.

Sin su esposo e hijos, Santa Rita se entregó a la oración, penitencia y obras de caridad. Después de un tiempo ella aplicó para ser admitida al Convento Agustiniano en Casia. Ella no fue aceptada, pero después de orarle a sus tres especiales santos patronos – San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino – milagrosamente entró al convento y fue permitida a quedarse. Esto sucedió alrededor del año 1411.

En el convento, la vida de Santa Rita fue marcada por su gran caridad y severas penitencias. Sus oraciones obtuvieron para otros, curas notables, liberación del demonio y otros favores especiales de Dios para que ella pudiera compartir en el dolor de Su Corona de Espinas, Nuestro Señor dio a Santa Rita una herida de espina en su frente. Fue muy dolorosa y expelía un olor desagradable, pero ella lo consideraba una gracia divina. Ella oraba “Oh amado Jesús, aumenta mi paciencia en la medida que aumentan mis sufrimientos”. La herida duró por el resto de su vida.

Santa Rita falleció un Mayo 22, 1457 a la edad de 76 años. La gente se agolpó al convento a pagar sus últimos respetos. Innumerables milagros tuvieron lugar a través de su intercesión, y la devoción hacia ella se extendió a lo largo y a lo ancho. El cuerpo de Santa Rita fue conservado perfecto por varios siglos, y a veces daba una fragancia dulce. En la ceremonia de beatificación, el cuerpo de la Santa se elevó y abrió sus ojos.

Dios ha escuchado las oraciones de Santa Rita por otros en innumerables ocasiones, y ciertamente ella estará feliz de interceder una vez más, a nombre de aquellos que le ruegan a ella ahora – para continuar percibiendo la verdad de su gran nombre.