29 de mayo de 2011

El Circo de la Mariposa




Título: EL CIRCO DE LA MARIPOSA (The butterfly circus)

Dirección: Eduardo Verástegui
Intérpretes: Nick Vujicic y Eduardo Verástegui.
País: México.
Año: 2009.
Duración: 20 min.
Género: Cortometraje sobre valores.
Premios: Primer premio del concurso "The Doorpost Film Project": el galardón reconoce los valores de esperanza y dignidad humana en el filme.

La transformación de oruga en mariposa exige valentía y esfuerzo. A mayor esfuerzo, mayor satisfacción y mayor metamorfosis. No mires sólo los defectos, realmente no es bonito hacerlo. Mirar el lado bueno de la vida es lo mejor para todos. Por favor, no te desenfoques porque entonces el camino será tortuoso.

Nick Vujicic
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Nick VujicicNick Vujicic (n. diciembre de 1982) es un orador motivacional y director de Life Without Limbs, una organización para personas con discapacidad fisica. Nació en Melbourne, Australia, con una agenesia consistente en una tri-amelia que se caracteriza por la carencia de tres de sus extremidades, le faltan ambos brazos a nivel de los hombros y extremidad inferior derecha, y con una meromelia de la extremidad inferior izquierda, tiene un pequeño pie con dos dedos protuberando de su muslo izquierdo. Al principio sus padres se sintieron desolados, pero Nick había nacido sano.

Su vida estuvo llena de dificultades. Una de ellas fue no poder acudir a una escuela normal pese a no tener discapacidades mentales, pero Nick fue uno de los primeros estudiantes discapacitados en migrar a una escuela normal. Aprendió a escribir usando los dos dedos en su “pie” izquierdo, y utiliza un aparato que se introduce en su dedo más grande para sostener cosas. Aprendió a usar la computadora y a teclear con el método “heel and toe” (demostrado en sus charlas). También puede lanzar bolas de tenis y contestar el teléfono.

Sufrió acoso en el colegio, que le afectó muy negativamente y, con ocho años, comenzó a plantearse el suicidio. Después de rogar por unos brazos y unas piernas, Nick comenzó a observar que sus logros eran la inspiración de muchos, y comenzó a agradecer que estaba vivo. Con diecisiete años comenzó a dar charlas a su grupo de oración y comenzó una organización sin ánimo de lucro.

Carrera [editar]Nick se graduó en la Facultad con 21 años, especializándose en Contabilidad y Planificación Financiera. Comenzó sus viajes como orador motivacional, enfocándose en los temas que la juventud de hoy en día debe enfrentar. También da charlas para el sector corporativo, aunque su enfoque es ser un orador motivacional internacional tanto para comunidades cristianas como no cristianas. Viaja con regularidad a distintos países para hablar en congregaciones, escuelas y juntas corporativas cristianas. Ha hablado ya en 4 Continentes (Africa, Asia, Oceania y America), en doce países y con 12 mil personas cara a cara.

A la edad de 25 años, Nick quiere ser económicamente independiente. Desea promocionar sus palabras mediante el show de Oprah Winfrey, así como escribir libros. Su primer libro, que espera completar a finales del 2009, se llama “No Arms, No Legs, No Worries!” (¡Sin brazos, Sin Piernas, Sin Preocupaciones!)

Un DVD, “El gran propósito de la vida”, está disponible en su sitio web, Life Without limbs. La mayor parte de este DVD fue grabada en 2005, incluyendo un breve documental sobre su vida hogareña y cómo hace cosas normales sin extremidades. La segunda parte del DVD fue grabado en Brisbane, y fue una de sus primeras convenciones motivacionales.

Su DVD “No Arms, No Legs, No Worries!” esta disponible en la red mediante su corporación de oración motivacional “Attitude is Altitude” (Actitud es Altitud).

La primera entrevista mundial en Televisión de Nick, promocionado en 20/20 (ABC) con Bob Cummings fue transmitida el 28 de Marzo del 2008

En el 2009 participó en el cortometraje ganador "The butterfly circus", un inspirador cortometraje.

Life Without Limbs [editar]La organización Life Without Limbs, que Vujicic fundó en el 2005, está comprometida con dar motivación e inspiración a las personas sin extremidades. Esto lo hace mediante discursos alrededor del mundo.

Habla de temas como el miedo, el rechazo, la depresión, el sufrimiento e incluso las oraciones sin respuesta. Las charlas se dan en ambientes no cristianos como colegios y otros lugares públicos.

Apareció en un documental en “Body Shock” sobre su vida. El documental se llama “Nacido Sin Extremidades” y fue transmitido el 5 de Mayo del 2008.



Los Clandestinos de Asis



Título: Los clandestinos de Asís

Titulo original: The Assisi Underground

Nacionalidad: GBR
Año: 1984
Duración: 178 min
Clasificación: 
Género: Drama, Histórico
Color: Color
Fecha de estreno:
Director: Alexander Ramati
Guión: Alexander Ramati
Música: Dov Seltzer
Fotografía: Giuseppe Rotunno en Technicolor
Montaje: Michael Duthie

Argumento:

Durante el verano de 1943, Italia vive uno de los puntos de inflexión más significativos en la lucha contra las tropas nazis, dispuestas a frenar el avance de los aliados por el norte. Sin embargo, la península transalpina parece haber sido tomada por los alemanes, poniendo en riesgo en especial a la comunidad judía que ha acogido la capital italiana. Para evitar caer presos de los nazis, éstos inciaron un peregrinaje hasta la ciudad santa de Assisi. Pero a través del clero, se ordena que para su segurido los judíos emprendan un viaje en barco desde Génova. El padre Rufino Niccacci, siguiendo las órdenes del Obispo de Assisi, se encarga de conducir a un grupo de unos trescientos hombres hasta el puerto italiano.
Ambientada en Asís durante la Segunda Guerra Mundial, la película está basada en un hecho real: el esfuerzo heróico y bondadoso de sus habitantes, que permitió salvar del exterminio a un buen número de familias judías. Ben Cross interpreta al joven y dinámico franciscano P. Rufino, guardián de San Damián, a quien el obispo mons. Nicolini le encomienda una misión delicada en favor de las familias judías italianas perseguidas por los nazis. En la misma tarea participan también algunos sacerdotes, seglares, frailes y monjas de la ciudad seráfica, que les facilitan documentación falsa y abren la clausura de sus conventos para ofrecerles refugio. Al final, el P. Rufino tendrá que vérselas con los alemanes en retirada, tras la caída de Musolini y el avance de las fuerzas aliadas.

San Agustin

Primera  Parte

Segunda Parte


Título original: Sant'Agostino

Director: Christian Duguay

Productor: Luca Bernabei, Matilde Bernabei, Martin Choroba

Género: Drama
Año: 2010
Origen: Italia / Alemania
Duración: 185 minutos
Rating: Sin clasificar
Intérpretes:
Franco Nero, Alessandro Preziosi, Monica Guerritore

Argumento

Durante meses los vándalos han mantenido el asedio a Hippo Regius, Hipona, en el norte de África, una ciudad de importante presencia cristiana en la que se han celebrado 3 Concilios. El Papa, que teme por la vida de su obispo, Agustín, envía un barco para que éste pueda viajar a salvo hasta Roma. Una tropa del ejército romano logra atravesar las líneas enemigas y llega hasta Hipona, reavivando en el pueblo la esperanza de que el ejército romano llegará a tiempo de derrotar a los vándalos.
El joven jefe de la tropa, Fabius, se queda prendado de Lucilla, la sobrina de Agustín. Pero Fabius culpa al obispo de la muerte de su padre, Marcelino. El Tribuno imperial, Valerius decide enfrentarse a los vándalos, en contra de la opinión de Agustín.
Una noche, mientras Fabius se encuentra de guardia, Agustín le ofrece una posibilidad de escapar junto a Lucilla y le relata los sucesos más importantes de su vida: sus dotes para la oratoria y la vida licenciosa de su juventud; el viaje a Mediolanum (Milán) para ayudar al Emperador contra el obispo Ambrosio; su conversión al cristianismo y su actividad episcopal hasta su retorno a Hipona.

Biografía

1. Su niñez
Agustín vino al mundo el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, pequeña ciudad de Numidia en el África romana. Esa población argelina se llama hoy Souk-Ahras. Aunque no fue bautizado de niño, Mónica le enseñó los rudimentos de la religión cristiana y, al ver cómo el hijo se separaba de ellos a medida que crecía, se entregó a la oración constante, dolorida y confiada. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo el "hijo de las lágrimas de su madre". Católica ferviente, dedicó toda su vida a la conversión de su hijo al cristianismo.
De los doce años a los quince, entre 366 y 369, cursa en Madaura, hoy Mdaourouch, estudios de secundaria. Sobresale entre los condiscípulos. Siente gran afición a la poesía. Aprende pasajes enteros de los principales autores que se estudiaban en la escuela: Terencio, Plauto, Séneca, Salustio, Horacio, Apuleyo, Cicerón y, sobre todo, el gran poeta Virgilio. 

Los amigos de Patricio le aconsejaron enviar a su hijo a Cartago, capital política y universitaria del norte de África. Para esto hacía falta un dinero del que los padres de Agustín no disponían. Por eso, a los dieciséis años, de 369 a 370, los estudios de Agustín se ven bruscamente interrumpidos, en espera de una ayuda económica, y se queda en Tagaste.

Agustín, en vez de hacer algo serio durante aquel año, pierde el tiempo con sus compañeros. No ha recibido el bautismo ni la instrucción religiosa que en aquellos meses habrían podido quizá ayudarle a evitar el mal.

Pese a los consejos de su madre, Agustín emprende “los torcidos caminos por los que caminan los que vuelven a Dios la espalda y no el rostro”. Se siente feliz en aquellas vacaciones inesperadas y experimenta los primeros atractivos de la amistad y del amor. Un año después, en 370, marchará a Cartago gracias la generosidad de Romaniano, rico mecenas de Tagaste y amigo de su familia. Por entonces, hacia 371, murió su padre, católico ahora. Entre los 16 y los 30 años de edad vivió con una mujer cartaginesa cuyo nombre se desconoce, con la que en el año 372 tuvo un hijo, Adeodatus, nombre latino que significa "regalo de Dios".

2. Hortensius, una lectura decisiva

Agustín contaba casi veinte años cuando se encontró con los grandes libros de la filosofía. Un buen día cayó en sus manos una obra del famoso orador y filósofo romano Cicerón, que el joven leyó con admiración: Hortensius. Por desgracia no ha llegado hasta nosotros; sin embargo, gracias a Agustín podemos leer hoy varias páginas de ese escrito, al que tanto debe.

Esta obra extraordinaria le descubrió el campo de las realidades invisibles y le despertó el gusto y la afición por la búsqueda de la sabiduría y de la verdad. A partir de esa lectura, Agustín comenzó a caminar conscientemente hacia Dios, verdad suprema.

Poco después, Agustín empieza a leer las Sagradas Escrituras, que no comprende, algunos de cuyos contenidos le horrorizan y encuentra escritas con estilo pobre. Decepcionado por su primer encuentro con la Biblia, tantea en otra parte el camino hacia la verdad.

En fatigosa búsqueda tenaz de solución al problema de la verdad –¿puede el hombre conocerla? ¿cómo distinguirla del error?–, Agustín pasa de una escuela filosófica a otra, sin hallar en ninguna una respuesta que calme su inquietud insobornable. Finalmente, frecuenta el maniqueísmo, pues sopone que esta interpretación de la realidad le suministrará la explicación racional, sistemática, de todo y orientación moral para su vida. Siguió esta doctrina varios años y la abandonó después de hablar con el obispo Fausto. Decepcionado por este encuentro tan deseado, concluyó que la verdad es inalcalzable. De su corazón se apoderó el escepticismol.

Al tiempo que estudia cuanto cae en sus manos, Agustín se siente subyugado por los libros de astrología. Aunque el cristianismo era la religión principal del imperio, las “ciencias ocultas” estaban de moda por todas partes. Terminados en 373 sus estudios superiores en Cartago, Agustín regresa a Tagaste, donde enseñó gramática un año, hasta 374. Su madre descubre, desilusionada, que su hijo está muy vinculado a los maniqueos. De 374 a 383 fue profesor de retórica en Cartago y escribió Sobre lo bello y apto, obra de que no disponemos.

3. Milán, cuna de la conversión

Un buen día, sin prevenir a nadie y tratando a toda costa de que su madre no sospechara nada del viaje, Agustín se embarca hacia Italia, donde iba a encontrar la solución a sus problemas intelectuales y una respuesta satisfactoria a sus dudas religiosas. En Roma enseñó entre 383 y 384. Un día se entera de que en Milán están buscando un profesor de retórica.

Cuando Agustín llegó a Milán en 384, ya no creía en las doctrinas maniqueas, aunque tampoco estaba cerca del cristianismo. Las críticas de los maniqueos contra la Biblia le parecían irrefutables. Agustín va a librar la batalla decisiva, en que la gracia de Dios saldrá victoriosa. 

Los sermones de Ambrosio, obispo de la ciudad, los relatos de Simpliciano, presbítero milanés muy cultivado intelectualmente, y el ejemplo de los compañeros de su amigo Ponticiano han ido calando muy profundamente en el corazón de Agustín. En 385 Mónica llega a Milán. Durante la primavera de 386 lee algunos “libros de los platónicos” y en julio escritos de san Pablo.

En agosto de 386 encuentra en casa el volumen de las Cartas de san Pablo, abre el libro y las primeras frases que saltan a sus ojos son éstas:

«No en comilonas ni en embriagueces,
no en lechos ni en liviandades,
no en contiendas ni en emulaciones,
sino revestíos de nuestro Señor Jesucristo
y no cuidéis de la carne con demasiados deseos». Rm 13, 13.

Agustín no quiso leer más. Aquellas palabras de San Pablo fueron las que, de una vez para siempre, “como si una gran luz de seguridad se hubiera infundido en su corazón, hicieron que desaparecieran para siempre todas las tinieblas de sus dudas”.

Agustín, que cumplirá 32 años en noviembre, acaba de vivir el día más importante de su vida. Antes de su conversión, había pensado fundar una especie de fraternidad en vida común con algunos amigos y discípulos, deseosos, como él, de profundizar en las cuestiones fundamentales de la filosofía. Una vez convertido, Agustín lleva a cabo aquella idea, pero inspirada ahora en la primera comunidad cristiana de Jerusalén.

4. Vida monacal y episcopal

Agustín se consagra al estudio formal y metódico del cristianismo. Renuncia a su cátedra y con su madre y unos compañeros se retira a Casiciaco, cerca de Milán, para dedicarse por completo al estudio y a la meditación, durante el otoño de 386. El 24 de abril de 387, a los treinta y tres años de edad, lo bautiza en Milán el santo obispo Ambrosio, durante la vigilia pascual. Ya bautizado, regresa a África en 388; pero antes de embarcarse, su madre Mónica muere en Ostia, en agosto de 387.

Para satisfacer las necesidades pastorales de Valerio, obispo de Hipona, en el año 391, durante una celebración litúrgica, la feligresía le elige para ordenarse sacerdote.

Con lágrimas en los ojos aceptó esta brusca elección, a la que al principio se opuso con gritos y lágrimas. Algo parecido le sucedió al ser consagrado obispo en 395. Fue entonces cuando dejó el monasterio de laicos y se instaló en la casa del obispo, que transformó en monasterio de clérigos.

La actividad episcopal de Agustín fue enorme y variada. Predica a tiempo completo y en muchos lugares, escribe incansablemente, polemiza con aquellos que van contra la ortodoxia cristiana de aquel entonces, preside concilios, resuelve los problemas más diversos que le presentan sus fieles. Se enfrenta a maniqueos, donatistas, arrianos, pelagianos, priscilianistas, académicos...

Los días de su enfermedad última fueron para Agustín una buena ocasión para repasar su vida y dar gracias a Dios por los beneficios recibidos, al tiempo que pedía perdón a los hermanos y a Dios.

Después de cuarenta años de lucha en pro de la Iglesia, Agustín entraba en agonía, para ser recibido con júbilo en la ciudad santa de Dios. El 28 de agosto del año 430, el hijo de Patricio y de Mónica, Agustín, el obispo de Hipona, dormía en la paz del Señor. Contaba a la sazón 75 años, 10 meses y 15 días.

28 de mayo de 2011

Clara y Francisco



Clara y Francisco 

Director: Fabrizio Costa

Actores: Lando Buzzanca Fabrizio Bucci Luca Biagini Antonella Fattori
Luigi Diberti Ivano Marescotti Gabriele Cirilli Mary Petruolo Ettore Bassi
Géneros: Drama. Acción y Aventuras. Testimonio de vida.
Año del estreno: 2007
Duración: 200 min. (cien en cada una de las dos sesiones)

Argumento
Asís, año 1198. Narra la historia de profunda amistad de dos jóvenes de la región de Umbria que tomaron decisiones radicales y dedicaron sus vidas a Dios y a los demás: por un lado, Francisco, el hijo juguetón del comerciante rico Bernardone. Por el otro, Clara, chica muy tímida y con miedo de cara al destino de su familia, exiliada de Asís en tiempos de la rebelión burguesa contra la aristocracia. Francisco es uno de los líderes de la rebelión. Cuando los insurrectos son derrotados Clara lo encuentra. Francisco es encadenado. Será un encuentro que les condicionará profundamente.
Unos 5 años más tarde sus familias quieren que se casen: Bernardone quiere unirse con la aristocracia y la familia de Clara apunta a la riqueza de un comerciante. Este será un nuevo encuentro. Parece ser el principio de una historia de amor pero el destino les preparaba algo muy diferente. Renunciarán a sus vidas acomodadas para hallar su propio destino, uniéndose espiritualmente con el mundo y liberándose de sus posesiones materiales. Una historia apasiónate, enmarcada en una época de conflictos, guerras, injusticias y Cruzadas.

Crítica
CLARA Y FRANCISCO es una maravillosa miniserie de dos episodios, emitida por la RAI italiana, con una media de audiencia de más de 7 millones de espectadores.

Una importante película épica sobre la vida de Santa Clara y San Francisco de Asís, filmada en poblaciones de Italia por la compañía cinematográfica italiana Lux Vide. Es la misma productora que nos ofreció la vida de SAN JUAN BOSCO y de JUAN PABLO II que ya hemos visto.
Esta película es única y sobresaliente entre las que presentan a San Francisco debido a la precisión histórica y la fidelidad al presentar el autentico espíritu de alegría y piedad por el que San Francisco es conocido Y en cuanto a la vida de Santa Clara es tratada a la misma altura que la del Santo.
Los dos santos son protagonizados por dos maravillosos actores (Mary Petruolo y Ettore Bassi) que dan vida y movimiento a la hija de una familia patricia y al hijo de un rico comerciante de la Italia del siglo XII – XIII. 

Francisco renuncia a su herencia para vivir la riqueza del Evangelio, servir a los pobres y marginados. Clara decide en lo más profundo de su corazón seguirle a él, dejando su hogar y su familia para darse a sí misma como la novia de Cristo. Ambos dieron origen a grandes órdenes religiosas Franciscanos, Clarisas, Tercera Orden Franciscana) y juntos inspiraron a muchos para seguir su llamada radical a vivir el Evangelio con radicalidad. Su impacto ha llegado incluso a través de los siglos hasta nosotros, para cambiar el mundo. 

Para comentar:
Escena 1:- Madre: Francisco, ¿qué te pasa?
- Francisco: Madre, mírame. Todos somos leprosos. Escondemos nuestras llagas debajo de reciosas telas y nos mentimos entre nosotros para convencernos de que estamos sanos y somos felices. Pero olvidamos la única razón por la que deberíamos estar felices: Dios nos ama a pesar de las llagas que escondemos. Dios nos ama tanto, madre, que se convirtió en uno de nosotros, dejó que le clavaran en la cruz desnudo y nos mostró todas sus heridas.

Escena 2- Francisco: Pedro Bernardone (su padre) quería que yo fuera un gran Caballero. Pero nuestro Padre en El cielo quiere que yo sea El último de los últimos. Te devuelvo el dinero que te quité. Y renuncio al derecho de llevar tu nombre y de beneficiarme de tus posesiones. Siempre he llamado padre a Bernardone, pero a partir de ahora, mi único padre será nuestro Padre que está en los cielos
Escena 3- Clara a su madre: Esta es mi vida a partir de ahora. Así es como lo quiere Dios.
- Madre: ¿Cómo “Dios lo quiere”? ¿Por qué quieres encerrarte en un convento el resto de tu vida? ¡Dime!
- Clara: Dios les pide a algunos que formen una familia; a otros, que ayuden a los pobres. A mi me ha pedido que haga las dos cosas… ¡Madre!

Escena 4- Clara a Francisco: No tengas miedo. El Señor quiere que yo viva recluida y en silencio. Pero tú, debes llevar su palabra hasta los confines de la tierra.

*Peio (Pedro) Sánchez Rodríguez, miembro de la Comunidad Adsis, es Sacerdote y Profesor de Teología. Dirige el Departamento de Cine del Arzobispado de Barcelona y la Semana de Cine Espiritual, además es Párroco en El Carmel.

-Artículo original publicado en el blog del autor: Cine Espiritual para Todos

Las opiniones de este sector son de la total responsabilidad de sus autores, Infodecom no se identifica necesariamente con las opiniones vertidas en esta sección


Francisco Juglar de Dios


Nacionalidad: Italia
Director: Roberto Rosellini
Produccion: Giuseppe Amato, Rizzoli Film, Cineriz
Guión: Basado en las Florecillas y Vida de fray Junípero
Escenografía: Roberto Rossellini, Federico Fellini, Fr. Felix Morion, Fr. Antonio Lisandrini
Música: Fr. Enrico Buondonno, Renzo Rossellini
Fotografía: Otello Martelli en blanco y negro
Año: 1950
Duración: 75 min.
Género: Drama religioso
Reparto: Aldo Fabrizi, Arabella Lemaitre, Fray Nazario Gerardi, y actores franciscanos, no profesionales


Argumento



"La cinta no es una biografía del Santo, sino once episodios entresacados de las Florecillas, en los que se manifiesta el espíritu de la reforma franciscana. En ella se ilustra un breve periodo de tiempo de la vida de la primera comunidad franciscana, desde el regreso de Francisco de Roma hasta la separación de los discípulos, enviados a predicar la palabra de Dios a todo el mundo; sirven como introducción al relato algunos cuadros que reproducen frescos de los siglos XIII y XIV sobre la vida de Francisco. Estos son los titulares de cada episodio: Rivotorto ocupado por un asno; La nueva casita de fray Junípero; Oración de Francisco y llegada de Juan el Simple; Elogio del hermano fuego; Admirable cena con la hermana Clara; Francisco besa al leproso; Un almuerzo para quince días; Caridad de fray Junípero; Nueva y terrible aventura del ingénuo Junípero; Dónde está la perfecta alegría; Muchos son los caminos del Señor." (cinematografo.it)



Comentarios


Once episodios de la vida de Francisco de Asís (1182-1226) extraídos de Las Florecillas y la vida de fray Junípero, algunos muy bellos por su autenticidad y por la fresca inspiración religiosa, otros algo forzados y de religiosidad demasiado oficial, pero, substancialmente, la adhesión del lenguaje fulminante roselliniano a la interpretación del franciscanismo, centrada en la sencillez, da resultados extraordinarios. Su mayor mérito es haber tratado las Florecillas como si fuesen episodios de "Paisà". (Morandini, 2001)

En coherencia con su manera de hacer cine, Rosellini tampoco utilizó actores profesinoales para su Francesco, con excepción de Aldo Frabrizi, che interpretaba a Nicolaio, el tirano de Viterbo, y Arabella Lemaitre, que interpretaba a Clara. Los demás personajes, empezando por Francisco, interpretado por fray Nazario Gerardi, eran todos religiosos. Y entre ellos estaba también monseñor Antonio Forte, que fue luego obispo de Avellino, y entonces era un joven fraile menor.

Con mons. Forte, hace algún tiempo tuve ocasión de hablar a propósito de esta experiencia suya singular, vivida en el reparto de "Francisco, juglar de Dios". Y lo que más me impactó de las reflexiones del alto prelado fue su referencia a la "franciscanidad" de Rossellini, el cual, más allá de sus convicciones religiosas personales, sentía una profunda admiración por Francisco de Asís, el único hombre al que reconocía una total adhesión al mensaje de amor dejado en herencia por Jesús.

Y en todo el relato cinematográfico se respira de verdad este extraordinario mensaje de fraternidad universal predicado por Francisco y vivido por los "fraticelli" con convicción, coherencia y, a menudo, también con ingenuidad. Todo eso trasluce en los varios episodios de la película, once en total, a través de los cuales la figura de fray Junípero, muchó más que la del seráfico padre, nos revela con convincente sencillez la gran lección del enunciado evangélico y el carácter del carisma franciscano, que es su más fiel realización. El mensaje que el director hace suyo es evidente: hay que redescubrir aquellos sentimientos de solidaridad y de igualdal que el mundo moderno parece haber perdido; y eso tiene que interesar a todos, a cada hombre, a cada criatura..., incluso a la más débil y desafortunada... (Gianni Virgadaula, S. Francesco nel Cinema,5. Rev. Francesco, il volto secolare, n. 6, 2003, p. 33. En italiano).

Tuvieron que pasar sólo unos pocos años, y la historia del cine se apuntaba en sus anales una de las películas más significativas inspiradas en la vida de San Francisco, aquel Francisco, juglar de Dios, que Roberto Rosellini rodó en 1950, en plena temporada del neorrealismo, mezclando la contemporaneidad de una crónica que se resentía aún, en su lenguaje terso y seco, de las heridas y laceraciones de la guerra, con la búsqueda animada por el análisis histórico. Puesto en escena por Federico Fellini y Brunello Rondi, el film de Rosellini se compone de una serie de anécdotas unidas entre sí por el tema de la santidad, entendida como deseo de sinceridad que lleva al anticonformismo, y con ello a la rebelión contra el mundo y a la sospecha de locura por parte de quien no llega a captar la revolución del mensaje franciscano. (Enzo Nata, "S. Francesco Patrono d'Italia", febr. 1999, p. 33).

Película rodada en 1950 por Rossellini y una de sus obras maestras históricas -citada, por otra parte, incluso en las enciclopedias-, Francisco, juglar de Dios es la historia de San Francisco de Asís, vista bajo la óptica del humanismo y del laicismo de Rossellini, que se basa (aún con la ayuda y colaboración de un fraile franciscano) en un análisis "racional" del franciscanismo, que trata de ser fiel a la regla franciscana, a su espíritu y mensaje de amor y de fraternidad universal. A través de los episodios de las Florecillas sale fuera una enseñanza "política" acerca de la importancia y la fuerza del amor: es ejemplar el episodio del encuentro de fray Junípero con el terrible tirano Nicolaio, donde triunfa la sencillez y el amor. Película que vale la pena ver y volver a ver.(Comentario en www.dooyoo.it).

Muchas películas religiosas son negocios turbios, hechos por personas religiosas. Francisco, juglar de Dios es una rara película religiosa. Carece de lecturas literarias y de cualquier otra cita. Está realizada por Rossellini y su título es Francisco, juglar de Dios. Por supuesto que hay un largo camino de aquí hasta el Diario di un prete di campagna.Hermano Sol, hermana Luna, de Zeffirelli, es más famosa: San Francisco hippy. Pero ha sido la mejor. Fue rodada, más o menos, en los mismos lugares, en Italia. Actúan no profesionales (Rosellini fue un neorrealista, por supuesto). Afortunadamente, un grupo de frailes interpreta... a un grupo de frailes que siguen a Francisco. En 75 rápidos minutos, Rossellini representa una serie de episodios: San Francisco encuentra a un leproso, un cocinero aprende por qué las obras, no las palabras, conquistan almas, etc. Hay una musiquilla y la verdad, cosa extraña, no dedica mucho tiempo a San Francisco. Él es un personaje aparte; lo que realmente interesa es la vida diaria y las lecciones de los frailes. Al final, Francisco envía a los frailes fuera, a predicar. Dan vueltas en círculo, caen y, a donde apuntan sus cabezas, ahí es donde van. La religión es un viaje, no una razón urgenta para convertir a otros. Esta cinta, nada insistente y extremadamente generosa, es seguramente una de las mejores películas religiosas jamás realizadas, llena de naturaleza y de gozo (Comentario de la web IMdB. En inglés).

Una película de gran armonía y belleza natural, este corto largometraje del célebre italiano neorrealista Roberto Rossellini es un poema hecho de gestos. Interpretada, con excepción de Aldo Fabrizi, por no profesionales (todos ellos son en la vida real frailes franciscanos), la película capta la pureza de los hermanos y sus deseos de vivir en armonía con la naturaleza. Más que los grandes temas de la película -hombre y naturaleza, Dios y el hombre, paz y desafío, amor y odio, generosidad y ambición-, Rossellini capta sensiblemente los movimientos expresivos de los frailes. Rossellini no nos presenta discursos ni nos pone a oir textos literarios. En vez de eso, vemos las manos y los rostros de esos frailes, su asombro, su paz, su sencillez. Cómo esos frailes son capaces de expresar tanto con sus ojos, así también Rossellini es capaz de transmitir volúmenes con una simple instantánea. (Comentario de tvguide.com/movies).


Hermano Sol Hermana Luna





Nacionalidad: Anglo-Italiana


Director: Franco Zeffirelli
Guión: Suso Cecchi d'Amico - Kennet Ross
Música: Riz Ortolani. Canta Donovan (versión inglesa) y Claudio Baglioni (versión italiana)
Fotografía: Ennio Guarnieri
Año:1972
Género: Drama
Premios:
- Denominación al Óscar(escenografía y decorados)
- Cinta de Plata (Fotografía)
- David de Donatello (1972) (Dirección)
Duración: 121 minutos

Reparto:
Graham Faulkner (Francisco)
Judi Bouker (Clara)
Leigh Lawson (Bernardo)
Kennet Kranham (Paolo)
Lee Montague (Pietro Bern.)
Valentina Cortese (Pica)
Alec Guinness (Inocencio III)
Michael Feast (Silvestro)
Nicholas Willatt (Giocondo)
John Sharp (mons. Guido)
Adolfo Celi (Cónsul)
Francesco Guerrieri (Deodato)
Carlo Pisacane (cura de San Damiano)
Peter Firth

Argumento
Francisco, hijo del comerciante Pedro Bernardone y de Pica es un joven alegre y despreocupado al que le gusta divertirse con sus amigos. Participa en la guerra contra Perusa y regresa enfermo y cambiado. Tras mucho meditarlo, conmovido por la miseria de los obreros de la tintorería de su padre, renuncia a todos sus bienes y se dedica a reparar la iglesia de San Damián, con ayuda de sus primeros seguidores. Uno a uno se le van uniendo los viejos amigos y también la joven Clara. Viven de limosna y sus paisanos los toman por locos. Decidido a defender sus razones va a entrevistarse con el papa Inocencio III y éste, después de escucharlo, se postra a sus pies, como señal de aprobación.

Comentarios
La película más popular, la que ha logrado mayor éxito de público, la que ha sido adoptada por el mundo franciscano como "la biografía cinematográfica" oficial del santo, es "Hermano Sol, hermana Luna", de Zeffirelli; y eso se comprende bien, si tenemos en cuenta el estilo refinado del director, su capacidad de provocar emociones, corroborada también en esta empalagosa, oleográfica y un poco "hippy" hagiografía de San Francisco. Entre otras cosas, como Zeffirelli ha dicho en diversas ocasiones, parte del éxito conseguido por la película se debe a las músicas, que el mismo director buscó durante mucho tiempo, adaptándolas junto con los autores, basándose en cantos y baladas medievales. La película se servía también de un reparto excepcional... Sin embargo, en este logrado mosaico que es "Hermano Sol, hermana Luna", la tesela menos convincente es quizás la interpretación de Fulkner, que traza un Francisco tal vez excesivamente "cogido" por su sueño de perfección evangélica y, por tanto, alejado del mundo real. (Gianni Virgadaula, S. Francesco nel Cinema,4. Rev. Francesco, il volto secolare, n. 5, 2003, p. 33).
El atrevimiento, la astucia, la oportunidad, el amor al espectáculo..., todas las virtudes de Franco Zeffirelli que, modestia aparte, se siente llamado a una misión moralizadora para rescatar las pantallas de la hipoteca de los violentos y los sexómanos y señalar el comienzo de un "renacimiento espiritual" del cine, se dan cita en Hermano Sol, hermana Luna, un homenaje a Francisco de Asís escrito junto con Suso Cecchi d'Amico e Lina Wertmüller, el cual celebra cristianamente la Pascua y logra, a la vez, consensos de quienes están lejos de la Iglesia. Inspirada en la idea de que a Francisco hay que verlo como precursor de aquella franja de jóvenes contestadores que hoy predican la no violencia, el regreso a la naturaleza y a la fraternidad universal, la película de Zeffirelli abarca, efectivamente, una serie de instancias morales (y, en el fondo, políticas), donde se encuentran antiguos impulsos místicos y nuevos cansancios ideológicos, la inocencia de los sencillos, la náusea de los consumistas y la subterránea polémica de los artistas contra cualquiera que, estando en el poder, en el Estado o en la Iglesia, los mantiene alejados de la sala de los botones.
Lo que haya de atendible, historicamente, en el obrar de Francisco, que vivió en tiempos tan diferentes de los nuestros, un contestador de la sociedad basada en el provecho y en los placeres terrenos, y si esto deriva de los sobresaltos de un genérico espiritualismo que propone ejemplos irrepetibles, lo juzgará cada espectador, según sus propias antenas sensibles. Lo cierto es que la película, por su celebración de valores caídos en desuso y sospechosos, además, de habérselos apropiado los grupos de hippies, juzgados poco menos que subversivos, está destinada a fértiles debates. Por ejemplo, en la medida en que, aún siendo un producto de la rica industria del espectáculo, favorece a la campaña ecológica y es un instrumento útil de propaganda. Por otra parte, también merece gran antención por las elegancias figurativas con que Zeffirelli, superviviente de las películas shakespearianas, se inventa una imagen cautivadora de Francisco, lo coloca en un sugestivo marco ambiental y trata de expresar el fatigoso traspaso de los gozos mundanos a los triunfos del alma. Hermano Sol, hermana Luna no es, de hecho, una biografía del Santo, sino más bien un rápido retrato del hijo del rico mercante Bernardone, desde los meses bellacos en que el play-boy se dedicaba a las armas y a los amores, hasta los días en que, poniéndose de parte de los marginados, se rebeló contra el padre y, para conquistar la vida eterna, se marchò a vivir en pobreza... (De la recensión de Giovanni Grazzini: Frantello Sole, sorella Luna, en Il Corriere della Sera, 11 de marzo de 1972).
Tal vez la peor versión cinematográfica de la vida del santo. Zeffirelli, en su estilo, hace una lectura vagamente folk, más atenta a la puesta en escena, insoportablemente estetizante, que a la historia o incluso a la moral del santo. (film.spettacolo.virgilio.it/cinema)
La historia de San Francisco reinterpretada por Franco Zeffirelli quiere ser una especie de alegoría de la contestación juvenil de nuestros años. Francisco recuerda mucho a los hippies de HAIR y es casi obligatorio pensar en JESUCRISTO SUPERSTAR (Dizionario Farinotti)
Artículos para profundizar el tema


Padre Pío de Pietrelcina

Primera Parte

Segunda Parte

Año de producción: 2000
Dirección: Carlo Carlei
Intérpretes: Sergio Castellitto, Gianni Bonagura, Andrea Buscemi, Lorenza Indovina, Pietro Biondi, Jürgen Prochnow.
Guión: Carlo Carlei, Massimo De Rita, Mario Falcone
Música: Paolo Buonvino
Fotografía: Gino Sgreva
Duración: 200 minutos
Público apropiado: Todos
Género: Biográfico

Sinopsis: Francesco Forgione, es un muchacho nacido en el seno de una pobre familia campesina que desde niño ha tenido visiones de la Virgen María, de Jesús y también del Diablo. Todo ello forja en él el deseo de llegar a ser sacerdote. Tras entrar en la orden de los Capuchinos con el nombre de Pío de Pietrelcina, se hace evidente para los miembros del convento que tiene unos poderes para los que no hay explicación científica: sana a enfermos, conoce el nombre y los problemas de desconocidos a quines predice el futuro... Todo ello empieza a movilizar a la gente que acude al Padre Pío en busca de milagros. Cuando en 1918 aparecen estigmas en sus manos y pies, los devotos seguidores se multiplican, provocando en el Vaticano una reacción de acoso y desprestigio, acusándole de embaucador.

A pesar de no permitírsele ejercer como sacerdote, la gente sigue creyendo en sus milagros. Poco antes de su muerte en 1968, la Iglesia reconoce una obra que lo llevará a ser santificado en 2002 por Juan Pablo II, el mismo a quien décadas atrás, cuando sólo era Karol Wojtyla, el Padre Pío le predijo que llegaría a ser Papa.

Biografía:

Heredero espiritual de San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el "Fraile" estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios donó particulares carismas, se empeñó con todas sus uerzas por la salvación de las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos hombres causa de sanaciòn en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.

El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Nació en una familia humilde donde el papá Grazio Forgione y la mamá Maria Giuseppa Di Nunzio ya tenían otros hijos.

Desde la tierna edad Francesco experimentó en sí el deseo de consagrarse totalmente a Dios y este deseo lo distinguiera de sus coetáneos. Tal "diversidad" fue observada de susparientes y de sus amigos. Mamá Peppa contó - "no cometió nunca ninguna falta, no hizo caprichos, siempre obedeció a mí y a su padre, cada mañana y cada tarde iba a la iglesia a visitar a Jesús y a la Virgen. Durante el día no salió nunca con los compañeros. A veces le dije: "Francì sal un poco a jugar. Él se negó diciendo: no quiero ir porque ellos blasfeman". Del diario del Padre Agostino de San Marco in Lamis, quien fuè uno de los directores espirituales del Padre Pío, se enteró de que el Padre Pío, desde el 1892, cuando apenas tenía cinco años, ya vivió sus primeras experiencias carismáticas espirituales. Los Éxtasis y las apariciones fueron tan frecuentes que al niño le pareció que eran absolutamente normales.

Con el pasar del tiempo, pudo realizarse para Francesco lo que fue el más grande de sus sueños: consagrar totalmente la vida a Dios. El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la orden de los Capuchinos. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo en varios conventos por motivo de salud, luego, a partir del 4 de septiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni Rotondo, sobre el Gargano, dónde se quedó hasta el 23 de septiembre de 1968, día de su sentida muerte. 

En este largo período el Padre Pío iniciaba sus días despertándose por la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor aprovechando la soledad y silencio de la noche. Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó muchas almas.

Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del Padre Pío fuè lo que se averiguó la mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de los estigmas. Los estigmas o las heridas fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el curso de muchas décadas fueron a San Giovanni Rotondo para encontrar al santo fraile. 

En una carta al Padre Benedetto, del 22 de octubre de 1918, el Padre Pío cuenta su "crucifixión": “¿Qué cosa os puedo decir a los que me han preguntado como es que ha ocurrido mi crucifixión? ¡Mi Dios que confusión y que humillación yo tengo el deber de manifestar lo que Tú has obrado en esta tu mezquina criatura!

Fue la mañana del 20 del pasado mes (septiembre) en coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por el descanso en el espíritu, parecido a un dulce sueño. Todos los sentidos interiores y exteriores, además de las mismas facultades del alma, se encontraron en una quietud indescriptible. En todo esto hubo un total silencio alrededor de mí y dentro de mí; sentí enseguida una gran paz y un abandono en la completa privación de todo y una disposición en la misma rutina.

Todo esto ocurrió en un instante. Y mientras esto se desarrolló; yo vi delante de mí un misterioso personaje parecido a aquél visto en la tarde del 5 de agosto. Éste era diferente del primero, porque tenía las manos, los pies y el costado que emanaban sangre. La visión me aterrorizaba; lo que sentí en aquel instante en mí; no sabría decirlo. Me sentí morir y habría muerto, si Dios no hubiera intervenido a sustentar mi corazón, el que me lo sentí saltar del pecho.

La vista del personaje desapareció, y me percaté de que mis manos, pies y costado fueron horadados y chorreaban sangre. Imagináis el suplicio que experimenté entonces y que voy experimentando continuamente casi todos los días. La herida del corazón asiduamente sangra, comienza el jueves por la tarde hasta al sábado. Mi padre, yo muero de dolor por el suplicio y por la confusión que yo experimento en lo más íntimo del alma. Temo morir desangrado, si Dios no escucha los gemidos de mi pobre corazón, y tenga piedad para retirar de mí esta situación....”

Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un vertical hacia Dios, con la fundación de los "Grupos de ruego", hoy llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la construcción de un moderno hospital: "Casa Alivio del Sufrimiento." 

En septiembre los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50° aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría imaginado que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.

Bernardette




Título: Bernadette 

Intérpretes: Sydney Penny, Roland Lessaffre, Michele Simonnet, Bernard Dheran.

Producción: Cannon Films (US–1989).

Dirección: Jean Delannoy

Género: Biográfico - religioso
Duración 113 min 

Sinopsis: La vida de una niña de 15 años, Bernadette Soubirous, fue bruscamente alterada cuando vio extrañas visiones, las cuales, sin ella saberlo, la marcarían por el resto de su corta existencia. En efecto, su apacible vida en el pueblo de Lourdes, Francia, se vio alterada en el año 1858. Su salud era precaria, por lo que no disfrutaba plenamente su vida. Un día en compañía de amigos, fueron cerca del río y, al quedar ella sola, vio luces brillantes: una dama blanca, rodeada de bellos colores. Al contárselo a su madre, esta la reprendió por contar historias absurdas. No contenta con esta reacción, decidió visitar al Padre Peyramale, quien la escuchó con atención, no así el resto del pueblo. El se reunió otra vez con la niña, quien en esta ocasión le manifestó: Quo soy era Immacula Conceptiou. Sin duda alguna, Bernadette había recibido una ilustrísima visita. Su vida cambió, pues la dedicó a los demás, hasta el momento de su muerte, ahora como la Hermana Marie- Bernard, a la edad de 36 años. Fue santificada el 8 de diciembre de 1933, día de la Inmaculada Concepción.



Biografia:


Santa Bernardita Soubirous (1844-1879).

Nació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleará después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita.

Era la mayor de varios hermanos. Sus padres vivían en un sótano húmedo y miserable, y el papá tenía por oficio botar la basura del hospital. La niña tuvo siempre muy débil salud a causa de la falta de alimentación suficiente, y del estado lamentablemente pobre de la habitación donde moraba. En los primeros años sufrió la enfermedad de cólera que la dejó sumamente debilitada. A causa también del clima terriblemente frío en invierno, en aquella región, Bernardita adquirió desde los diez años la enfermedad del asma, que al comprimir los bronquios produce continuos ahogos y falta de respiración.

Esta enfermedad la acompañará y la atormentará toda su vida. Al final de su existencia sufrirá también de tuberculosis. En ella se cumplieron aquellas palabras de Jesús: "Mi Padre, el árbol que más quiere, más lo poda (con sufrimientos) para que produzca más frutos" (Jn. 15).

En Bernardita se cumplió aquello que dijo San Pablo: "Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo". Bernardita a los 14 años no sabía leer ni escribir ni había hecho la Primera Comunión porque no había logrado aprenderse el catecismo. Pero tenía unas grandes cualidades: rezaba mucho a la Virgen y jamás decía una mentira. Un día ve unas ovejas con una mancha verde sobre la lana y pregunta al papá: ¿Por qué tienen esa mancha verde? El papá queriendo chancearse, le responde: "Es que se indigestaron por comer demasiado pasto". La muchachita se pone a llorar y exclama: "Pobres ovejas, se van a reventar". Y entonces el señor Soubirous le dice que era una mentirilla. Una compañera le dice: "Es necesario ser muy tonta para creer que eso que le dijo su padre era verdad". Y Bernardita le responde: ¡Es que como yo jamás he dicho una mentira, me imaginé que los demás tampoco las decían nunca!

Desde el 11 de febrero de 1859 hasta el 16 de julio del mismo año, la Sma. Virgen se le aparece 18 veces a Bernardita. Las apariciones las podemos leer en detalle en el día 11 de febrero. Nuestra Señora le dijo: "No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra". Y así sucedió . La vida de la jovencita, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades, penalidades y humillaciones, pero con todo esto fue adquiriendo un grado de santidad tan grande que se ganó enorme premio para el cielo.

Las gentes le llevaban dinero, después de que supieron que la Virgen Santísima se le había aparecido, pero ella jamás quiso recibir nada. Nuestra Señora le había contado tres secretos, que ella jamás quiso contar a nadie. Probablemente uno de estos secretos era que no debería recibir dineros ni regalos de nadie y el otro, que no hiciera nunca nada que atrajera hacia ella las miradas. Por eso se conservó siempre muy pobre y apartada de toda exhibición. Ella no era hermosa, pero después de las apariciones, sus ojos tenían un brillo que admiraba a todos.

Le costaba mucho salir a recibir visitas porque todos le preguntaban siempre lo mismo y hasta algunos declaraban que no creían en lo que ella había visto. Cuando la mamá la llamaba a atender alguna visita, ella se estremecía y a veces se echaba a llorar. "Vaya ", le decía la señora, ¡tenga valor! Y la jovencita se secaba las lágrimas y salía a atender a los visitantes demostrando alegría y mucha paciencia, como si aquello no le costara ningún sacrificio.

Para burlarse de ella porque la Virgen le había dicho que masticara unas hierbas amargas, como sacrificio, el sr. alcalde le dijo: ¿Es que la confundieron con una ternera? Y la niña le respondió: ¿Señor alcalde, a usted si le sirven lechugas en el almuerzo? "Claro que sí" ¿Y es que lo confunden con un ternero? Todos rieron y se dieron cuenta de que era humilde pero no era tonta.

Bernardita pidió ser admitida en la Comunidad de Hijas de la Caridad de Nevers. Demoraron en admitirla porque su salud era muy débil. Pero al fin la admitieron. A los 4 meses de estar en la comunidad estuvo a punto de morir por un ataque de asma, y le recibieron sus votos religiosos, pero enseguida curó.

En la comunidad hizo de enfermera y de sacristana, y después por nueve años estuvo sufriendo una muy dolorosa enfermedad. Cuando le llegaban los más terribles ataques exclamaba: "Lo que le pido a Nuestro Señor no es que me conceda la salud, sino que me conceda valor y fortaleza para soportar con paciencia mi enfermedad. Para cumplir lo que recomendó la Sma. Virgen, ofrezco mis sufrimientos como penitencia por la conversión de los pecadores".

Uno de los medios que Dios tiene para que las personas santas lleguen a un altísimo grado de perfección, consiste en permitir que les llegue la incomprensión, y muchas veces de parte de personas que están en altos puestos y que al hacerles la persecución piensan que con esto están haciendo una obra buena.

Bernardita tuvo por superiora durante los primeros años de religiosa a una mujer que le tenía una antipatía total y casi todo lo que ella hacía lo juzgaba negativamente. Así, por ejemplo, a causa de un fuerte y continuo dolor que la joven sufría en una rodilla, tenía que cojear un poco. Pues bien, la superiora decía que Bernardita cojeaba para que la gente al ver las religiosas pudiera distinguir desde lejos cuál era la que había visto a la Virgen. Y así en un sinnúmero de detalles desagradables la hacía sufrir. Y ella jamás se quejaba ni se disgustaba por todo esto. Recordaba muy bien la noticia que le había dado la Madre de Dios: "No te haré feliz en esta vida, pero sí en la otra".

Duró quince años de religiosa. Los primeros 6 años estuvo trabajando, pero fue tratada con mucha indiferencia por las superioras. Después los otros 9 años padeció noche y día de dos terribles enfermedades: el asma y la tuberculosis. Cuando llegaba el invierno, con un frío de varios grados bajo cero, se ahogaba continuamente y su vida era un continuo sufrir.

Deseaba mucho volver a Lourdes, pero desde el día en que fue a visitar la Gruta por última vez para irse de religiosa, jamás volvió por allí. Ella repetía: "Ah quién pudiera ir hasta allá, sin ser vista. Cuando se ha visto una vez a la Sma. Virgen, se estaría dispuesto a cualquier sacrificio con tal de volverla a ver. Tan bella es".

Al llegar a la Comunidad reunieron a las religiosas y le pidieron que les contara cómo habían sido las apariciones de la Virgen. Luego le prohibieron volver a hablar de esto, y en los 15 años de religiosa ya no se le permitió tratar este tema. Son sacrificios que a los santos les preparan altísimo puesto en el cielo.

Cuando ya le faltaba poco para morir, llegó un obispo a visitarla y le dijo que iba camino de Roma, que le escribiera una carta al Santo Padre para que le enviara una bendición, y que él la llevaría personalmente. Bernardita, con mano temblorosa, escribe: "Santo Padre, qué atrevimiento, que yo una pobre hermanita le escriba al Sumo Pontífice. Pero el Sr. Obispo me ha mandado que lo haga. Le pido una bendición especial para esta pobre enferma". A vuelta del viaje el Sr. Obispo le trajo una bendición especialísima del Papa y un crucifijo de plata que le enviaba de regalo el Santo Padre.

El 16 de abril de 1879, exclamó emocionada: "Yo vi la Virgen. Sí, la vi, la vi ¡Que hermosa era!" Y después de unos momentos de silencio exclamó emocionada: "Ruega Señora por esta pobre pecadora", y apretando el crucifijo sobre su corazón se quedó muerta. Tenía apenas 35 años.

A los funerales de Bernardita asistió una muchedumbre inmensa. Y ella empezó a conseguir milagros de Dios en favor de los que le pedían su ayuda. Y el 8 de diciembre de 1933, el Santo Padre Pío Once la declaró santa.

Bernardita: tú que tuviste la dicha de ver a la Sma. Virgen aquí en la tierra, haz que nosotros tengamos la dicha de verla y acompañarla para siempre en el cielo.




VIDEO DEL CUERPO INCORRUPTO DE SANTA BERNARDITA SOUBIROUS, LA VIDENTE DE LOURDES





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